Ya no tengo hora porque no tengo más celular. El hombre gordo me mira adentro de la mochila y me dice "esa es la mejor sabiduría que puede tener un hombre". Al principio pienso que habla de la botella de agua, pero habla de los libros. Por mi cara se da cuenta de que no estoy de acuerdo, e insiste. Insiste, insiste: los libros son la mejor sabiduría que puede tener un hombre, dice. Le pregunto porqué entonces él no tiene ningún libro, si piensa eso. El paisaje se empieza a convertir en algo que no vi nunca, se me sale el corazón para afuera. Estamos a 1400Km. de Buenos Aires. Los chicos se exaltan y exageran y yo me siento más como ellos que como sus papás.
- Cuando lees se te abre la cabeza.
- A mí se me abre más la cabeza mirando esos cerros.
(Obvio que no le digo lo que pienso, pero ya estoy entretenido con hacerle la contra).
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