jueves, 19 de febrero de 2015

Me senté en una mesa en la feria de La Quiaca, con un montón de gente que me mira de reojo. Pedí un picante de pollo con sopa de maní y gaseosa. Me preguntan de qué color y digo negra. Me sirven un vaso de coca.
Con respecto a la escritura me acuerdo de dos pensamientos de anoche.
Uno es que lo que a mí me gusta no es escribir, sino transmitir placer, transmitir el placer que yo siento. Y que como tengo sensibilidad con el lenguaje, me toca escribir.
También me di cuenta de que a este cuaderno no es que lo voy a transcribir y listo. Voy a corregirlo, capaz puedo armar un librito que enganche.
La canción acá dice soy sol tero, yhagoloquequiero.
Todos piden empanadas de mondongo y dejan la masa.
El morochón de en frente me mira fijo y cuando levanto la vista de mi cuaderno desvía.

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