martes, 3 de febrero de 2015

Me bajé en Purmamarca porque se me ocurrió que tan tarde en Tilcara no iba a encontrar hospedaje. Llovía: pregunté en cinco lugares, hasta que encontré una cama. Es un pueblito entre varias montañas, de casas bajas, un bombón. Demasiado lindo. Salí a buscar comida y me encontré con el "rastafari con cara triste" que viajó en micro conmigo y, como yo, no hablaba con nadie. Es músico, alcohólico y tímido. Imposible no congeniar: su hermano se murió de cirrosis y él siguió tomando. Tiene porro, yo no traje. Anduvimos de bar en bar, lo que no es mucho decir porque acá hay dos o tres bares. Se enloquecía con cualquier chica que le tiraba media onda. Tomamos muchísimo, bailamos con la gente, de golpe me sentí demasiado borracho, tiré una bomba de humo y huí. Hoy me desperté y en mi cuarto había una chica linda recién duchada, peinándose. Tenía un fernet casi vacío a los pies de su cama. Nos hicimos unas bromas con complicidad de borrachos, mi resaca era bestial. Me duché, me lavé los dientes, salí y miré las montañas, que son buenas para la resaca. Son más bestias que yo, que cualquiera. La única chica bien bien bien linda del pueblo estaba cociendo pulseritas al lado de una llama. Nos sonreimos. La dulzura de las mujeres de acá me tiene re contento. Entré en un restaurante careta y pedí un locro y una cerveza. El locro no es el mejor que comí, pero su salsita picante es rosa y es picante de verdad. ¿Será siempre así, el locro acá? No tiene mucha carne y menos grasa, los porotos y el maíz están enteros y duros. Igual le eché toda la salsita, que está increíble. Cada vez está más rico. Extraño a Mari. Le gustaba mucho verme comer. Siempre que como me pongo contento, pero ahora me puse triste. Este lugar está lleno de franceses. Forros. Quiero aguantar sin cojer dos o tres días para que me den muchas ganas. Estoy viendo pasar chicas lindas. Chicas lindas, picante y cerveza. Borracho no aprendo nada. Qué tristeza de mierda.

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