Encontré el lugar de la ceremonia. No fue fácil, porque me decían enfrente de la plaza y acá le dicen plaza a un cosito con cuatro árboles. Qué porteño soy. Hay una nube inmensa, gris, redonda, arriba mío, pero no llueve, y en todos sus costados el cielo más azul que vi en mi vida con estas nubecitas masticables, blanquísimas.
En mi última ceremonia llovió.
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